Baldovino, escobero y apicultor de profesión

Publicado en por PRO-HUERTA CHACO

“Siempre dije que iba a estudiar para sacar adelante a mi familia y continuar en el campo. Hoy quedan muy pocos jóvenes aquí, la mayoría se ha ido al pueblo pero yo sigo, a mí me gusta el campo…”

 

Así relataba Daniel Baldovino, un productor de escobas de paja, miel y hortalizas, algunas vivencias y experiencias de su vida en el Curundú. Sensaciones y sentimientos que invaden a muchos otros pequeños productores chaqueños que apuestan a quedarse en el campo y mejorar sus condiciones de vida, sus sistemas productivos, educativos y sus ingresos. No es fácil, sequías, inundaciones y faltas de recursos para invertir, son realidades que muchos deben afrontar.

 

con el hijo entre los chivos y cabrasBaldovino tiene 31 años y vive con su esposa Norma y con Gustavito, su pequeño hijo de 3 años en la Colonia El Curundú, ubicada a 31 kilómetros hacia el este de la ciudad de Presidencia de la Plaza, ingresando por la ex ruta 16. Estudió a distancia la carrera de técnico en apicultura en la Facultad Agraria de Esperanza, Santa Fe y hoy trabaja con la producción de miel y hortalizas comercializándola en la Feria Franca de Plaza y por medio de venta directa. Es el único productor de la zona que continúa produciendo escobas de paja y vendiéndola en toda la localidad.

 

Daniel es promotor del Programa Pro-Huerta desde el año 2004 y trabaja con las familias del paraje rural distribuyendo los insumos del programa y relevando las demandas de la zona. “Acá todos tienen su huerta, algunos la utilizan sólo para el autoconsumo mientras que otras también participan de las ferias francas. El problema es que falta infraestructura para que los sistemas productivos sean eficaces, porque cuando hace frío vienen las heladas y cuando hace calor no hay lluvia y nos enfrentamos a la sequía, es siempre de la misma forma” explicó el joven productor.

 

con-la-esposa-e-hijo.JPGJunto a su padre trabaja en la ganadería, crían chivos, ovejas, algunas vacas y aves. Mientras relata su historia y habla de todos los emprendimientos productivos que desarrolla, sonríe y confiesa que la actividad que más le gusta es la apicultura. Es la profesión que tuvo la oportunidad de estudiar y lo apasiona. Trabaja con 30 colmenas de abeja y posee algunas más junto a otro productor de Colonia Elisa. “Yo me encargo de poner el trabajo y los productores aportan los insumos. La producción es buena dependiendo de cómo viene la temporada, cuando no hay tanta seca cosechamos entre 30 a 35 kilos de miel por colmena, mientras que cuando hay poca lluvia cosechamos unos 20 kilos” explicó. 

 

La vida del campo es todo un sacrificio y se requiere de mucho esfuerzo, voluntad y convicción para poder progresar. Las variadas condiciones climáticas hacen que la tarea se torne aun más pesada y si no existen políticas públicas que los apoye es difícil permanecer en el campo. “Muchos jóvenes se han ido al pueblo pero nosotros con mi hermano seguimos viviendo acá apostando al desarrollo productivo que nos brinda la actividad del campo y aprovechando todo el acompañamiento que las instituciones nos pueden brindar”, comentó Baldovino.

 

Escobas de paja, una producción casi olvidada

 

junto-a-su-padre-y-hermana.JPGLas escobas de paja son productos que ya casi no se fabrican en grandes cantidades. La producción industrial copó los mercados y las escobas de plástico y otro tipo de material son las que más se comercializan en los negocios. Sin embargo en la localidad de Plaza, Daniel es el único productor que continua produciendo de manera manual este producto.

 

Junto a su hermana Griselda y con la ayuda de su padre realizan todo el proceso de la producción de escobas, desde la siembra de semillas, pasando por la cosecha, la trilla y el armado de las mismas. Por día llegan a fabricar 2 docenas de escobas completas. Para la fabricación, cuentan con la máquina armadora (a tracción manual) y la trilladora para sacar la semilla. “Los cabos, hilo, clavos y alambre compramos en la ciudad de Resistencia y cuando sembramos el pasto nos queda más ganancia aún” dijo.

 

 

Gladis-su-hermana-y-baldovino.JPGEl proceso de este trabajo inició por medio del Ing. Sebastián Aristide del ex Programa Social Agropecuario quién se desempeñaba como técnico de terreno en la Localidad de Plaza. Se realizaron varias capacitaciones con un grupo amplio de productores y las prácticas se desarrollaban en una fábrica de escobas que existía en ese entonces. Desde que inició el proceso continúa desarrollando el trabajo de producción hasta hoy en día y es una de las pocas producciones manuales que siguen teniendo vida en la comunidad. 

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